Felicidad. Esta acorralada, no se puede escapar y no lo necesita tampoco. Felicidad extrema que me rodea, probablemente sin querer, entre los bosques encantados y las cúspides de los castillos embrujados.
Felicidad. Amor. Me derrito con cada una de sus palabras. No se si no me equivoco, pero podría decir que hasta una lagrima cayo cerca de sus disfrazados halagos.
Lluvia, lluvia de felicidad y no quiero paraguas. Que me bañe, que me inunde. Que me ahogue si quiere. Y es posible que pase. Estoy dispuesta a morir de felicidad.