martes, 12 de octubre de 2010

Cuando la noche crece bajo los abrigos

Como el viento sacudo el cielo teñoda de anilina de colores. Me visto y me desvisto con la suavidad de una pluma, enrosco y desenrosco. Mis pelos pintan el aire de colores; de colores primaverales en pleno invierno.
Soy como un zapato de bailarina que no deja de sacudir su moño de seda. Suave, calentita y mimosa como una frazada. Pesáda y cómoda a la vez. Soy como un punto multicolor entre muchos puntos negros. Larga como el cuello de una jirafa y rayada como una cebra. Soy especial, única, original como las estrellas. Colorida como las mariposas y las flores. Soy inquieta como el mercurio. Protectora como un perro lazarillo.
Me gusta prevenir antes que curar, por eso trabajo abrigando cuellos y cuidando gargantas. Cuando la humedad habita los muros y la noche crece bajo los abrigos, siempre perfumada abrazo, arropo y protejo del frío.



La bufanda.