jueves, 11 de agosto de 2011

lagrimas silenciosas

sábado, 16 de julio de 2011

lo unico que me sale hacer es llorar.
ni siquiera soy util.




a la mierda

jueves, 14 de julio de 2011

Como Wendy sin Peter Pan

Ayer me quedé horas dándole vueltas y vueltas a las agujas del reloj. Primero, como dos meses para adelante. Después cuatro meses para atrás. Quiero hacer como La Bella Durmiente, dormirme y que mi príncipe azul me despierte en dos meses. El día de la primavera es una linda fecha, pasa el invierno, el vuelve... es un día de festejo, donde todos son felices y sonríen, donde todos tienen amor y hacen el amor, donde todos están vivitos y coleando. No me importa si sueño pesadillas, quiero que este tiempo sea tiempo muerto. Después me despierto, y veo como está todo... si está todo bien, me quedo despierta y sino.. ahí si que me duermo para siempre. Ahí ya me vendría bien una manzana envenenada como las de Blancanieves. También me gustaría tener  el tridente del Rey Tritón, para hacer magia... y sino le daría hasta mi voz a Úrsula para que las cosas sean diferentes. Si no se puede todo eso, quiero que mis orejas de Dumbo de las que toda mi vida me quejé, por lo menos me sirvan para volar... y viajar lejos... y quizás llegar a donde él esté para visitarlo un ratito.
Como Hansel y Gretel entré sin darme cuenta en un paraíso del que no puedo salir y que me empieza a hacer mal. La casa de chocolate y golosinas siempre fue linda de mirar, y los primeros días ahí adentro eran tal y como los soñé. Pero no es tan fácil después salir del nido. Me obligan a irme, y quizás después pueda volver, solo si los pájaros no se comen las migajas de pan, solo si el camino de ladrillos amarillos no desaparece y el Gran Mago de Oz esta dispuesto a dejarme pasar. Probablemente con una alfombra mágica todo sea más fácil, puedo ver todo desde arriba y ya sé que tengo que hacer, como ir, qué va a pasar... Aunque sea quiero un espejo que me ayude, que me diga que soy la más linda de este reino y que a mi príncipe le voy a encantar. Quiero tener el pelo largo como Rapunzel, para que se lo lleve a donde vaya y lo pueda acariciar desde donde esté, tener un alcance absoluto. Me cansé de ser Pulgarcita, de ser tan chiquitita que todos me pisen y se olviden de mí. Quiero aunque sea construirme una casa que sea aún mas fuerte que la del tercer chanchito, para que ni un huracán la pueda volar. Me dan tantas ganas de ser de madera, como Pinocho, para no sufrir tanto.. quiero ser así, y sino que me trague la ballena. O ser el dálmata número 59, para perderme entre los 101. Deseo tanto que mi vagabundo deje de vagabundear y me diga que soy una dama... y que soy su dama. Aunque a veces me siento como Caperucita: probablemente fui por el camino equivocado, y sí, me encontré con el lobo; pero conocí cosas que sino no hubiese conocido, y el camino hasta lo de mi abuelita... fue bastante mas entretenido. Lo lindo de esos cuentos es que terminan ahí, ¿pero después que pasa? Una vez que Caperucita (yo) se encuentra con el lobo y se da cuenta de que igual valió la pena y que no se arrepiente de nada de lo que hizo... el peligro lo corre igual, y el lobo está a punto de comérsela. Quiero ser perfecta, como Mary Poppins, y meterme en los dibujos y en los cuentos como hacía ella. Poder volar sólo con un paraguas y viajar a donde quiera. Pero como Alicia, solo puedo bailar con el Áz de corazones en mis sueños. Después me despierto y ya nada es como antes. Me tengo que quedar en el País de Nunca Jamás, donde no crecés y no pasa el tiempo, y corro el peligro de que me secuestre el Capitán Garfio. Y lo peor es que mi Peter Pan ahora se fue volando, y tengo que aguantar viva hasta que vuelva. Dicen que con fe y confianza se puede lograr, aunque con polvo de hada sería todo mas fácil.


domingo, 3 de julio de 2011

Yo voy al norte

Ella sola. Una ruta larga por caminar, un camino interminable lleno de carteles que no dicen mucho y una larga linea en la que nunca se avanza. Solo hay un dedo apuntando hacia el norte, y miles de autos que no se detienen ni siquiera para mirar hacia el horizonte. La sed nunca se termina de saciar, y siempre hay algún charco de agua a lo lejos, inalcanzable. Todo esta cerca y todo esta lejos. Al rededor, desierto. Una nube en el cielo que llega a rozar las montañas que apenas se pueden ver. El hambre aumenta, en ese momento ella podría comerse viva a la vaca que suele andar por ahí, pero no hay ni siquiera camellos en ese estúpido e insípido desierto. Ni una poesía se le ocurre, ni una. No puede escuchar ni una melodía simple y pegadiza adentro de su cabeza. Solo le queda esperar que se le destapen los oidos cuando llegue a destino, cuando ya no tenga acalambrado ese dedo indicando al norte.

sábado, 23 de abril de 2011

a veces necesito descargar pero no puedo decir todo lo que me pasa porque es muchísimo entonces solo quiero llorar y que me abracen

miércoles, 2 de marzo de 2011

cuando vendrá el dolor

Sabia que todo esto iba a pasar, sabia que era muy bueno para ser verdad. Soy ilusa, siempre lo creí y ahora tengo la certeza de que es así. Me enganché, me dejé llevar, como una nena tonta creí que el cielo iba a poder conquistar. No sé como me tengo que sentir, no sé que va a ocurrir. ¿Tengo que dejarlo ir o postergarlo y luego sufrir? Siempre fui de las que con polvo de hada suelen soñar, esas que creen y nada las puede frenar. Esta vez no se, no se si con fe va a poder ser. Quizás es mejor decir que está todo bien, tomar valor y que los problemas resurjan después. Y quizás me conviene seguir, dar por cerrado todo y empezar a sufrir. Quería que la felicidad dure más, un poquito aunque sea, solo un poco mas. Quería ver que pasaba, no arriesgarme a la nada y tener que frenar.
quiero llorar

martes, 1 de marzo de 2011

"te quiero" y cursiladas por el estilo

"Tenes el poder de hacerme feliz" si, últimamente siempre digo lo mismo.
Siempre me reí de la gente que lo único que escribía era "lo amo" y listo; "lo amo" y más frases hechas. Me cansaba. No saben decir otra cosa? Tu vida es algo más que solamente él. Además, por lo general los textos con algún tipo de problema, generalmente suelen ser más interesantes. Y ahora entro, releo mi blog y me doy cuenta que los últimos textos, las únicas mierdas que subí eran cursiladas como esas llenas de te quieros y mas de lo mismo. Y dije "a ver, voy a escribir algo un poco más interesante". Intenté, no les voy a mentir. Pero en todo aparecía él. Era inevitable. Mi mente esta cerrada y lo único que entra es él. "ahora," dije "si lo único en toda la cabeza es él, por lo menos tiene que haber algún problema o un vocabulario un poco mas interesante". Y no. Otra vez, intenté, no pude.
"no se puede describir con palabras..." otra frase que odiaba, agarra un diccionario boluda! Cómo puede ser? Ponete a inventar palabras. "es que es amor... solo eso, tan simple y tan complejo como eso: amor". "Ok, yo no se que mierda es el amor, yo nunca me enamoré tanto.. y por eso no puedo entender por qué carajo el mundo gira? es el centro de todo el amor o que? yo vivo, y no tengo amor" les contestaba, siempre. Algunas pocas veces debo admitir que decía "ay que lindo..." pero porque creía que el amor era solo lo que vemos desde afuera, dos personas de la mano. Pero nunca pensé en realidad qué sería. Y ahora, de a poco me doy cuenta de que abarca absolutamente todo, y es por eso que es especial. No se si esto es amor, no les voy a mentir. Como siempre, no estoy 100% segura, ni tengo la certeza de nada. Pero hay algo, que no sé que es... que hace que todo el tiempo diga "ay, lo amo" y cursiladas por el estilo.
no como cosas con ojos

domingo, 27 de febrero de 2011

Nervios previos

Antes de que llegue, estaba ansiosa. Nerviosa. Iba al baño cada cinco minutos (me hacía acordar a mi perro, parando en cada arbolito a mear), no tenia hambre, me lavaba los dientes cada diez minutos, armaba y desarmaba el bolso, cantaba, iba y venia. Moleste a mis amigas llamándolas cada tres segundos para decirles lo ansiosa que estaba y lo raro que me parecía todo. Mis pies, aunque este sentada, no se quedaban quietos. Mis dedos, no dejaban de ser sonados. Mi panza, con mariposas. Mi cara, con mas y menos maquillaje cada vez que me miraba en el espejo. Tenía que estar linda, pero natural. Desodorante, unas veinte veces. Quita esmalte, con una alcanzó. Perfume, cerramos en 15. El seguía conectado. Cinco, diez, veinte minutos. No podía putearlo, no me salía, pero me hubiese gustado. Yo creía que no había salido de su casa, pero eran solo señales de su msn sin cerrar. Mis idas y vueltas seguían hasta que sonó mi celular: un mensaje. Ya estaba abajo. Bueno, no me tenia que faltar nada, pero eso no era un problema; mi bolso hace rato estaba listo. No me miré al espejo antes de salir, pero no hizo falta porque me había visto unas ochenta veces antes. Bajé las escaleras lo mas rápido que pude, me temblaban las piernas. Abro la puerta, me saluda la portera, segunda puerta... yo esperaba verlo parado, como decía en el mensaje. Pero no lo veía. Agarre mi celular y empecé a escribir, supuse que se habría confundido de dirección. Solamente estaba más a la esquina. Lo supe cuando de repente una camioneta se acercó a mi, me asomé y ahí estaba, él. Perfecto como siempre. Con su camisa, sus jeans y sus zapatillas. Con sus ojos turquesas y con su pelo rubio recién cortado. Abrí la puerta y entré. Ya me había sonreído. "Hola manu" dijo. Mi contestación fue inmediata, yo dudaba que me saliera la voz. Creo que mis piernas seguían temblando, no sé cómo logré caminar hasta en auto y sentarme correctamente.  Me acuerdo que noté que Los Beatles estaban de fondo, y eso hizo que mi felicidad crezca aún más; es decir, mas posibilidades de que la voz me falle. Tenía terror de no poder hablar, pero estaba tan feliz que no me importaba. Nada ocurrió. Fueron solamente segundos de creer lo contrario, pero mi voz salió solamente un poco más aguda: "hola", dije.
yo tengo un grano que se llama pepe
que sale cuando no tiene que salir
es rosa, grande y con la punta blanca
no me hace caso y siempre esta  en mi nariz
le digo "pepe sali",
pero el no explota
"pepe sali,
me va a quedar roja",
"pepe para,
me vas a cagar
mi dia especial..."

sábado, 26 de febrero de 2011

viejo equipo

Hoy se rompió mi equipo de música. Estaba escuchando los hits de Joni Mitchell cuando de repente salto todo y no pude escuchar más. Que raro. No me gustó nada que se rompa. Era un gran equipo. Me había acompañado desde Caramelito y vos hasta Lotus Flower. En el medio pasé, obviamente, por las épocas en las que me bailaba el disco entero de Guapas (Bandana), épocas pre-adolescentes de Manantial (Marcela Morelo), todos los hitasos de Cris Morena (Erreway, Generación Pop, Cebollitas, etc.), esos tiempos en los que me creía la mejor cantante pop del mundo cantando o haciendo el playback de Metamorphosis (Hilary Duff), o donde me creía rockera y cantaba y bailaba con toda furia Under my skin (Avril Lavigne). También pasé por esos momentos en los que quería ser diosa en la comedia musical y sabía todas las coreografías de Hugo Midón (Vivitos y Coleando, La familia Fernandez, Huesito Caracú... etc.), aunque cuando me hice amiga de los chicos de Derechos Torcidos, jugaba a ser ellos cantando Margaritas, Derechos Derechos o Ponele sal a la vida un poquitito.... También me entretuve un tiempo largo con Servicio de Lavandería (Shakira) moviendo un poco las caderas con mi hermana que era fanatica, y nunca dejé de creerme la mejor cantautora cuando me inspiraban las canciones de No voy a mentirte, el famoso disco rosa de Daniela Herrero. Tambien tuve mis tiempos un poco mas varoniles, cuando me encerraba en el cuarto a escuchar las únicas dos canciones que me gustaban del disco American Idiot (Green day). Otra época que recuerdo con furor eran los tiempos donde me pasaba el día haciendo coreografías para el cd Belinda, de Belinda; o también cuando bailaba Mi reflejo (Christina Aguilera) a más no poder. Otra que me gustaba bailar era Hijas del tomate (Las ketchup), pero eso fue mucho mas adelante, y si no me equivoco estaba acompañado de Oro (Viudas e hijas del roque enroll). Después tuve también cds heredados de mis hermanas, que iban desde Spice (Spice Girls) hasta los bailables de Yuya. Otros cds que me encantaban eran los compilados, esa época en la que todos hacíamos compilados. Yo tenia "canciones que me gusta cantar", "canciones de los bailes" (esas tipo "follow the lider" que me gustaba bailar sola, porque tenían coreografías que bailabas después en el recreo), "canciones lindas", "canciones para bailar", "novelas", "dibujitos animados", "canciones de amor", "canciones lentas", y millones más. También me acuerdo del furor que causó High School Musical, de ellos tenía el disco doble con los karaokes para cantar en el segundo disco. Y karaokes... en una época me fijaba en todos los discos si al final tenían una o dos canciones de karaoke para divertirme. Me acuerdo que el de Floricienta los tenía, que felicidad cuando los cantaba a flor de piel en mi cuarto; mi público (la pared) me aplaudía y yo me sentía la mejor. Hasta tiraba besos del escenario y hacía subir a algún fan desesperado y le cantaba una canción. También tuve mi momento con los Greatest Hits de Robbie Williams, la época de Angel y de Rock DJ. Después tuve mis épocas con Lo mejor de Fabiana Cantilo, y con los discos que me daba mi mamá. El único que me apasionó en ese momento fue Pafuera telarañas de Bebe, los demás duraron poco. Otro momento fue el de Limon y Sal (Julieta Venegas), al que le compitió más tarde Hu Hu Hu (Natalia Lafourcade), pero eso fue solo en mi habitación porque mis amigas seguían con Julieta. Ahora me viene a la cabeza un disco que tuve de una novela de españa que me gustaba, pero no me acuerdo el nombre... era como un Lalola de aca pero mucho más anterior. Y cantaban una canción de los pica picas que me daba miedo. Yo ese disco lo cantaba con acento español, y eso me divertía. Otro disco español, y este sí lo deben conocer, es el de Eurojunior, no sé de que año, pero el tema Navegando en internet me volaba la cabeza, y me gustaba molestar a mi papá cantando Sinverguenza (sinverguenza me llaman a mi, porque les llamo de cabeza, me rio...). Todos esos discos pasaron repetidas veces por mi equipo. Y hoy se rompió. Hubo un tiempo en que no lo usé, y hubo otras canciones que predominaron en mi computadora, pero para eso necesito veinte entradas más. Después volví a usar mi equipo, con Pieces of you (Jewel), Sleeping through the static y In between dreems (Jack Johnson), unos cuantos de Jason Mraz, otros de The Beatles, un par de Radiohead, algún otro de Lily Allen, Everybody is doing it, so why can´t we? (The Cranberries), Is this desire? (P.J. Harvey), Surfacing (Sarah Mclachlan), Yes I am (Melissa Etheridge), White lilies island (Natalie Imbruglia), Scratch my back (Peter Gabriel), y muchos más... hasta hoy, con los Hits de Joni Mitchell.

Yo tengo un oso que se llama Pepe...

Revisando el baúl de los recuerdos, me topé con mi viejo oso de peluche. Estaba con una expresión triste, ojos llorosos. Me dio lástima. Me dio culpa, mas que nada. No me acordaba cuando lo sacaron de mi cama, fue el peluche que más tiempo duro; de hecho, me acuerdo de haber dicho más o menos a los nueve años "siempre voy a dormir con este peluche, y cuando no, va a seguir estando sentado en la cama". Hasta ahí me acuerdo bien, y hubo una época en la que llevé todos mis peluches a una caja, y la caja a la baulera. Otros los regalé. Pero El oso Pepe seguía sentado en la cama. Nada iba a hacer que saquen a Pepe de mi cuarto.
No me acuerdo cómo, un día Pepe ya no estaba más. Yo no me di cuenta, pero alguien entro a mi cuarto y dijo "voy a sacar este peluche de acá, ya ni lo usa". Pasaron semanas, meses quizás. Yo me había olvidado de mi oso. Siempre lo recordaba con amor, creyendo que estaba ahí, en la cama al lado de los otros almohadones y nunca me di cuenta de que el oso no estaba.
Ayer, cuando buscaba unos papeles y lo vi tapado de libros y otras cosas, con esa carita y todo apretujado entre mis olvidos; me puse a pensar en cuándo se había ido, cuándo desapareció. Me olvidé de él. Lo raro es que cuando trataba de pensar en cuando se fue y pensaba momentos de mi vida, en todos estaba el: con mi primer novio a los once, en mis comienzos de la secundaria, en mi primera reunión grande con amigas, la primera vez que volví de bailar, con mis otros chicos, la noche en que se quedaron ocho amigas a dormir en casa después de salir y se armó un kilombo bárbaro, con las preparaciones de la fiesta de 15... y ayer. Ayer mismo me acuerdo de ir a buscar esos papeles después de estar acostada en la cama abrazando mi oso de peluche.